
¿Qué pasa con los briks después del contenedor amarillo?
Las acciones individuales cuentan, reciclar es una de las cosas que podemos hacer de forma particular para combatir la contaminación que, en gran medida, viene dada por el consumo masivo de envases de un solo uso que deben ser depositados en el contenedor amarillo.
Está claro que reciclar no es una solución definitiva. De hecho, Naciones Unidas publicó un informe donde advertía que solo el 9% del plástico se recicla, el problema es que este material compone casi la totalidad de los empaques que acaban en los mares y océanos. En el mismo informe ONU informaba que cada año se producen más de 400 millones de toneladas de plástico en el mundo.
¿Qué pasa con los briks?
A pesar de las dudas que puedan surgir por los materiales que los componen, en España los briks deben ir al contenedor amarillo. Una vez depositados comienza el viaje del reciclado, siendo el destino principal las plantas de reciclaje, donde deben separarse los briks de los demás residuos. Posteriormente son mezclados con agua y triturados por las aspas giratorias de una maquinaria llamada hidropulper.
El objetivo es separar los distintos materiales que le componen, el resultado es una pasta de papel que una vez seca se convierte en fibras. Estas se pasan por un cilindro que las comprimen, secándolas y dándoles forma. Después de estar seco, se tiñe de blanco. ¡Listo!
Por otra parte, también queda resultante una mezcla de polietilenos y aluminio. Estos materiales pueden ser separados y seguir caminos distintos. Los restos de polietilenos servirán como combustible y el aluminio, por su lado, se convierte en lingotes macizos.
Sin embargo, debido a la complejidad de este proceso de separado, en los últimos años se ha optado por la creación de un nuevo material, el polyalu, con el cual se puede crear diferente material mobiliario. En Only Water estamos llevando a cabo un proyecto de Ecopallets para así convertirnos en la primera empresa que cierra el circulo de vida de su producto.