
2021 es el año Internacional de la Economía Creativa para el Desarrollo Sostenible
En una Resolución (A / RES / 74/198) aprobada en diciembre de 2019 por la Asamblea General de las Naciones Unidas. Se decide declarar el 2021 como año Internacional de la Economía Creativa para el Desarrollo Sostenible. Presentado por Indonesia, la resolución fue patrocinada por 81 países.
De esta forma, Naciones Unidas comienza 2021 reconociendo “la necesidad de promover el crecimiento económico sostenido e inclusivo, fomentar la innovación y ofrecer oportunidades, beneficios y empoderamiento para todos y el respeto de todos los derechos humanos”.
Esta decisión, aunque no viene ligada a la crisis inducida por el Covid 19, resulta oportuna y es que, ¿hay un mejor momento para impulsar la creatividad económica?
Sobre todo, a sabiendas de que el mundo sigue necesitando un «empujón« para decantarse por el funcionamiento sostenible, eje fundamental de las Naciones Unidas y de la agenda 2030.
Momento Oportuno para la Economía Creativa

La economía creativa representa alrededor del 3% del PIB mundial, según un estudio de 2015 de la firma de servicios profesionales EY. Pero podría decirse que vale mucho más cuando se agrega valor cultural a sus ganancias comerciales.
Esta declaración, que pretende ser un reconocimiento al aporte de aquellas actividades económicas basadas en el conocimiento, valores, cultura y tecnología, desprende que para lograr un crecimiento y desarrollo inclusivo, equitativo, sostenible y que sea capaz de empoderar a las personas, es imprescindible la creatividad.
Es innegable que, aquellas empresas que gestionan correctamente la diversidad, obtienen mejores beneficios, y contribuyen a la construcción de una sociedad más justa e igualitaria.
En esta línea y en un contexto como el actual, en el que las empresas tienen que trabajar por la creación de productos y servicios cada vez más innovadores que les hagan más competitivas y que garanticen su sostenibilidad, apostar por la gestión de la diversidad cultural como elemento de valor a la hora de integrar dentro de la empresa diferentes miradas y perspectivas puede convertirse en un gran aliado que ayude no solo a aumentar la creatividad e innovación empresarial, sino también a contribuir al desarrollo económico y social de forma sostenible.
Aquellas empresas que contemplen en sus agendas, como valor estratégico, la creación de entornos laborales culturalmente diversos e inclusivos estarán, por tanto, contribuyendo a la consecución de los ODS y a las metas y propósitos que desde la Asamblea de las Naciones Unidas pretenden conseguir con este tipo de reconocimientos y celebraciones internacionales como parte de su estrategia a la hora de promover valores a favor de las personas, el planeta, la prosperidad y la justicia social.